martes, 15 de agosto de 2017

MI OTRO YO

No hace mucho encontré metido en un libro un trozo de papel que reproduzco en la foto siguiente. Es una hoja de una pequeña libreta, amarillenta, y escrita con mi letra de hace unos años; en concreto, con la letra que tenía en 1982 y 1983, hace nada más y nada menos que … TREINTA Y CINCO AÑOS!





Y volví atrás en el tiempo para reencontrarme con un adolescente que leía sin parar y que en un momento determinado decidió anotar sus lecturas para que estas no cayeran en el olvido. Lecturas que, como puede observarse, eran muy variadas: autores españoles como Sénder, Baroja, Benavente o Valle-Inclán; hispanoaméricanos como Vargas Llosa, García Márquez o Neruda; y de la Literatura Universal como Shakespeare o Herman Hesse; incluso clásicos como Sófocles y sus tragedias.

También es de destacar –envidiable- mi ritmo de lectura del momento: “La Colmena” o “El lobo estepario” en seis días, “Pantaleón y las visitadoras” y “Luces de Bohemia” en cuatro o incluso “Cien años de soledad” en veintidós. Y no era en verano!

Otra cuestión a destacar es que ya entonces había libros que no terminaba, lo que dice algo de mis gustos literarios: “El mundo es ansí” o “Edipo en Colona” parece que no me engancharon lo suficiente como para leerlos enteros. Y lo mismo se puede decir de “América desde la revolución emancipadora hasta nuestros días”, que supongo que empecé por haberlo utilizado en algún trabajo sobre Historia del curso y que no me entusiasmó cuando traté de leerlo entero.

En cualquier caso, no se trata de realizar un análisis del documento sino de utilizarlo como pretexto o justificación de este blog que empiezo a escribir hoy, en el mes de agosto, pero que lleva en mente ya algún tiempo y que pretende ser un modo de conservar aquellos recuerdos que antes se reflejaban en un papel (y que, a veces, no se volvían a encontrar hasta treinta y cinco años después) y que ahora, por virtud de la tecnología, se pueden guardar quizá eternamente.

De ahí su nombre, “mi otro yo”. Es mi otra faceta, no la jurídica, sino la literaria, la de alguien a quien le apasiona leer y escribir. Por eso en este espacio volcaré mis lecturas y las reflexiones o cuestiones que me hayan planteado. Y quizás también en algún momento escriba algo sobre temas extrajurídicos sobre los que me apetezca mostrar mi opinión (o, quizá, mi queja). En definitiva, el otro, el alternativo, el que permite el uso inocuo del Derecho, el que se concede a quien no es titular del derecho pero a nada ni a nadie perjudica con su uso.

De todos modos, como todos los blogs, requiere una disciplina y una frecuencia que no sé si podré mantener fuera del mes de agosto, por lo que desde ya pido disculpas a quien me lea si finalmente no tiene la continuidad que me gustaría.


Andar y ver!

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