miércoles, 1 de noviembre de 2023

El beso de la sirena, de Andrea Camilleri

 Aunque el libro se publicó inicialmente en 2009, no ha sido hasta ahora que lo he leído, de manera casual. Lo encontré entre los libros de la casa de mis padres, probablemente porque a mi padre le gustaban los temas marinos y no hay nada más relacionado con el mar que una sirena.




El argumento es simple: un emigrante italiano en Estados Unidos decide volver a su tierra, a la Vigàta de Camilleri, y allí compra una tierra y busca a la alcahueta del pueblo para que le busque esposa. Tal y como indica la nota del autor publicada al final del libro, se trata de una fábula que había oído de niño de los labios de Minicu, “el más fantasioso de los campesinos que trabajaban en las tierras de mi abuelo”.


El libro, breve, narra lo indicado, así como la vida que llevan desde la boda, incluyendo las necesidades de reforma de su vivienda para adaptarla a las costumbres de Maruzza, así como la vida de pareja, con el nacimiento de los hijos.


El secreto de la esposa se va desvelando poco a poco, aunque en la edición española se sustituyó el nombre original del libro –Maruzza Musumeci-, revelándose de este modo, desde el principio, el misterio. Es más, en la propia contraportada se dice expresamente: “Maruzza era una sirena”.


Como he dicho, una deliciosa fábula, muy bien escrita, que nos presenta a un Camilleri distinto al que nos tiene acostumbrados: el de sus personajes habituales, el comisario Montalbano y sus subalternos, y unas tramas que giran siempre en torno al asesinato y al misterio policial.

 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

CUANDO EL TESTIGO DE CARGO ES UN LORO


 
Empezaré por justificar esta entrada. Hace unos días, en mi cuenta de Twitter (@AlfilAbogados) entré en una interesante conversación sobre los supuestos derechos de los animales, lo que ha motivado la creación de una sección de Derecho animal en muchos Colegios de Abogados, entre ellos el de Sevilla. Y, en medio de esa conversación, ofrecí a uno de los “contertulios” contarle un día, en persona, un juicio en el que se vio implicado un loro que tuvo que actuar como testigo de cargo.
 
 

martes, 15 de agosto de 2017

MI OTRO YO

No hace mucho encontré metido en un libro un trozo de papel que reproduzco en la foto siguiente. Es una hoja de una pequeña libreta, amarillenta, y escrita con mi letra de hace unos años; en concreto, con la letra que tenía en 1982 y 1983, hace nada más y nada menos que … TREINTA Y CINCO AÑOS!